El corazón de la formación sistémica
Cuando hablamos de formación en terapia sistémica y familiar, no nos referimos solo a aprender teorías o técnicas. Uno de los pilares fundamentales de este proceso formativo son las prácticas supervisadas. Es en este espacio donde el alumnado puede aplicar lo aprendido, recibir retroalimentación constructiva y crecer como profesionales y como personas.
En EDUVIC · Itinere, creemos que no hay aprendizaje real sin la vivencia directa y reflexionada de la práctica. Por eso, ofrecemos un posgrado exclusivamente dedicado a la práctica, porque sabemos que este es el momento clave en el que la teoría se transforma en experiencia.
¿Qué son las prácticas supervisadas en terapia familiar?
Las prácticas supervisadas son espacios donde el alumnado acompaña procesos terapéuticos familiares reales bajo la guía de una persona tutora. Estas prácticas:
- Incluyen espacios de supervisión grupal e individual.
- Permiten revisar las sesiones en profundidad: desde el lenguaje corporal hasta las intervenciones verbales.
- Ayudan a integrar la mirada sistémica desde la experiencia.
¿Por qué son importantes?
Realizar prácticas supervisadas en terapia familiar es importante por varios motivos:
1. Transforman la teoría en práctica viva
El alumnado deja de pensar desde la teoría para empezar a escuchar, sentir e intervenir desde un lugar vivo y auténtico.
2. Ofrecen seguridad y contención
El acompañamiento de la persona supervisora permite asumir riesgos, explorar y equivocarse dentro de un espacio seguro.
3. Fomentan el autoconocimiento y la reflexión
Las prácticas no solo sirven para mejorar técnicas, sino para entender cómo impacta cada situación en la propia persona terapeuta.
4. Construyen identidad profesional
Es en este espacio donde muchas personas descubren qué estilo terapéutico las define y cuáles son sus fortalezas y áreas de mejora.
Un rasgo diferencial de EDUVIC · Itinere
En EDUVIC · Itinere, las prácticas supervisadas no son un complemento, sino una etapa central. El Posgrado en Prácticas Supervisadas en Terapia Familiar permite:
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Realizar prácticas reales.
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Formarse junto a profesionales en activo.
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Recibir una supervisión sistémica, respetuosa y profunda.
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Conocer de primera mano cómo se trabaja desde la psicoterapia con impacto social.
¿Quieres vivir esta experiencia?
Si estás haciendo o quieres hacer una formación en terapia sistémica y familiar, las prácticas supervisadas son una etapa imprescindible para consolidar tus aprendizajes y ganar confianza en tu mirada como profesional.
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