Mascarillas, botellas de gel hidroalcohólico, puertas bien abiertas… La Covid no ha sido un impedimento para celebrar la clausura del curso 2019-2020 del Postgrado en Prácticas terapéuticas supervisadas en Terapia Familiar. Antes de la entrega de los diplomas, el alumnado se ha podido reunir conjuntamente con el personal docente y de supervisión de Prácticas supervisadas de la Escuela Itinere ─Ana Baldero, Javier Loyo y Adela Camí─ para hablar durante una largo rato sobre el Postgrado y sus impresiones personales.
Primeramente, se ha hecho un traspaso de información de los casos que han llevado los y las alumnas durante el curso y que a partir de ahora serán atendidas por terapeutas de EDUVIC • FAMILIAS. Han sido unas exposiciones largas y exhaustivas sobre las experiencias de los y las alumnas con respecto a sus observaciones como terapeutas. Después, el personal docente les ha pedido sus opiniones sobre el Postgrado. Las buenas palabras no han faltado, aquí tenéis una recopilación:
Tras el retorno de percepciones, se ha propuesto hacer una dinámica llamada «orgía». Ésta ha consistido en hacer que cada alumno y alumna y docente tengan que decir cosas positivas del resto. La actividad se ha llevado a cabo con mucha emoción debido al buen sentimiento de camaradería que se ha generado durante el curso. El grupo ha demostrado muy buena cohesión interna y esto les ha ayudado mucho en adquirir matices durante la formación. Según el personal docente, , esta promoción ha destacado por su generosidad en el ámbito emocional.
Finalmente, los diplomas han sido entregados y se ha ofrecido un aperitivo. Entre risas y animada charla, los y las alumnas del Postgrado ya se han convertido en terapeutas en Terapia Familiar. ¡Enhorabuena!